“Sus jugadas son tan buenas como las mías; lo
malo es que usted no las hace en el momento adecuado” (Joseph Blackburne).
Ciertamente, en ajedrez, como en la vida, a veces
cuesta demasiado elegir el momento adecuado, o simplemente no vemos el momento adecuado
y, en consecuencia, dejamos pasar grandes oportunidades de hacer lo que se debe
cuando se debe, y eso, sin duda, marca la diferencia, como apunta la famosa
frase de Blackburne.
No es este el caso, a mi amigo Juan Subirats se le está reconociendo en tiempo y
forma su buen hacer en el mundo de
las sesenta y cuatro casillas a lo largo de media vida. Recién nombrado
Presidente Honorario y, sin duda, merecedor de todos los homenajes que le
queramos tributar.
Son reconocimientos tan bonitos como merecidos y
que se están haciendo en el momento adecuado, sin embargo, la perfección no
existe, y esto no deja paga, Juan, lo siento. Son impagables muestras de
reconocimiento, hechas desde el cariño, ¡Pero no vas a ver ni un euro!
Conocí a Juan, allá por el siglo pasado, a
mediados de los 80, cuando yo comenzaba a jugar con el equipo de Sabiote, en
esa fase tragicómica en la que nadie me conocía y al verme, muchos suponían que
aquel chico con discapacidad física, debía ser bastante malo en esto de jugar
con los muñecos. Yo, consciente de mis limitaciones, en una decisión tan
responsable como dolorosa, elegí el ajedrez ¡No el fútbol!
Años más tarde abandoné el ajedrez, y es ahora,
en mi regreso a los tableros, cuando estoy conociendo a Juan en profundidad, y
puedo dar fe de su inagotable ilusión por mejorar su juego, se ha marcado una
meta, y estoy convencido de que la conseguirá.
Para mi es genial poder tenerle como ejemplo. Le
veo como nuestro Vicente del Bosque; sencillo, entrañable, servicial, y con una
energía e ilusión que consigue sonrojarme.
Me alegra mucho que los homenajes los esté
recibiendo en el momento adecuado, y aunque soy consciente del riesgo que
implica mi afirmación de que le considero el Vicente del Bosque de nuestro
ajedrez, debido a su condición de culé, yo se que él sabe que escribo estas
palabras al toque y desde el cariño, que tampoco le van a dejar paga, pero, que
espero que le gusten.
Quiero expresar mi más sincera enhorabuena a D. Juan
Subirats Delhom y a los responsables de que los reconocimientos le estén
llegando en tiempo y forma.
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