Cada día los niños juegan mejor al ajedrez,
se baten récords de precocidad al obtener el título de Gran Maestro, y no es
extraño que un niño saque los colores al más pintado.
Esto se debe a que, al contrario de lo que
sucede en la sociedad que nos ha tocado vivir, el conocimiento llega a todos. Cualquier
padre puede comprar a su hijo unos programas de ajedrez muy similares o iguales
a los que utilizan las grandes figuras del ajedrez mundial.
Además, las clases de ajedrez ayudan mucho a
estos niños. Lo ideal es tener un entrenador particular, sin embargo, esa
opción es más cara, y depende mucho del dinero que cada familia pueda destinar
a esta actividad.
Afortunadamente las clases de ajedrez en
grupo, o las clases de ajedrez a través de Internet, ahorran tiempo, esfuerzo y
dinero.
El siguiente vídeo es una muestra de lo que
digo, y de que el ajedrez NO ES ABURRIDO.
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