Hasta este
momento habíamos visto a un Anand solvente, liderando la clasificación mientras
sus rivales, poco a poco iban perdiendo opciones.
La ronda
doce prometía mucho; Anand, conduciendo las blancas planteó una lucha con
enroques opuestos, consiguió una buena posición con un fuerte peón pasado y, el
caballo en e5, primorosamente situado.
Los módulos
anunciaban la victoria de Anand, en la partida y, en consecuencia, en el
torneo. Pero Anand no remató, y nos sentimos decepcionados. Sin embargo, el que
esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Anand alega
cansancio acumulado a lo largo de un torneo durísimo, justo cuando yo pensaba
que se haría de oro haciendo publicidad del gimnasio al que ha ido y/o la dieta
que ha seguido.
Somos
humanos, Anand también, espero que esta partida no le afecte en la recta final
del torneo, cuando ya se vislumbra la meta el factor psicológico vuelve a
revelarse crucial.
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