Ayer, pese a las
comuniones y otros compromisos, reunimos a muchos padres y alumnos de la Escuela Municipal de Ajedrez de Sabiote, fue la fiesta del ajedrez de verdad, del ajedrez base, del
trabajo, de la ilusión, de la paciencia,
muy lejos aún de la ansiedad por ganar trofeos o subir un puñado de puntos ELO.
Mi planteamiento no es nada original, solo pretendo hacer las cosas bien,
construir sobre cimientos sólidos, y como pueden observar, además, se premia el
buen comportamiento, porque antes que jugadores de ajedrez, son niños, y antes
que los trofeos, están los valores que como monitores debemos inculcar a los
niños.
Entrega de medallas al buen comportamiento. Básico para ser un gran campeón y mejor persona. |
Sin duda fue muy
importante compartir unas horas de convivencia, más de uno se sorprendió al ver
juntos a tantos alumnos y a tantos padres, lejos de la rutina de ver siempre a
los mismos alumnos que componen cada grupo.
Y es que hemos crecido,
independientemente del grupo de alumnos que prueban pero por diferentes motivos
lo dejan, es inevitable, ya sea porque el ajedrez no es lo que ellos esperaban,
porque tienen otras actividades extraescolares y consideran que el ajedrez es
menos importante, o por cualquier otro motivo.
Además contamos con la
inestimable colaboración de nuestra amiga Loli Benavente, que en una amena
alocución explicó a los padres y alumnos presentes su experiencia como madre
que se inicia en el ajedrez por sus hijos, les apoya, y con el tiempo recoge
los frutos a esa encomiable labor. Evidentemente no basta con el talento de los
niños, es imprescindible el apoyo de los padres, la participación en torneos,
no dejar la escuela porque los resultados no llegan, pues todo llega, pero a su
debido tiempo.
Loli, acostumbrada a ver
jugar a muchos niños, destacó el buen nivel de juego de los alumnos, pese a la
breve andadura de la escuela municipal. Sin duda para ellos este reconocimiento
significó una gran inyección de moral, más aún para mí, en ese difícil equilibrio
entre la enseñanza pura y dura y la diversión, y que no se puede alterar so
pena de que el alumno se canse y le perdamos para el ajedrez. El buen ambiente
fue otro aspecto destacado por Loli, es otro reto diario, al que todo
contribuye, incluido el marco incomparable del convento de Carmelitas, que
invita a la reflexión, en el que se respira paz, y emana arte por los cuatro
costados.
Loli en su amena alocución |
Todos muy atentos a las palabras de Loli. |
Loli anima a que los padres jueguen con sus hijos y elogia a esta madre. |
Como apasionado del
ajedrez, de la enseñanza, de los niños, os escribiría durante horas, sin
embargo, creo que ya os hacéis una idea bastante aproximada. Me encantaría enseñar
a personas mayores, personas con
diversidad funcional (discapacidad) personas desempleadas… y, evidentemente,
impartir clases en el colegio de mi pueblo. Mas todo eso escapa a mi control, sabéis
que podéis contar conmigo, me conocéis de toda la vida, la elección es vuestra.
¡Ah! El curso continua durante todo el mes de junio, después, vacaciones.
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