Stephen William Hawking |
- ¡Pero hombre Stephen!, sin duda eres uno de lo mayores genios de nuestro tiempo.
- Perdona Paquito, pero soy el mejor.
- Vale, concedido.
- Era broma Paquito.
- De eso nada.
- Jajaja.
- Precisamente por eso se hace aún más raro comprender que no hayas competido en torneos de ajedrez, una mente privilegiada... ¡es extraño!
- Sólo mírame Paquito, estoy rodeado de artilugios electrónicos que pueden pitar en cualquier momento.
- Pero hombre, nadie va a reclamar la victoria sólo porque en un momento dado te suene el pito.
- ¿Lo dices en serio?
- Jajaja.
- No te rías hombre, para mi sería humillante, imagínate, el otro, loco de contento, ¡He ganado a Stephen Hawking!, ¡He ganado a Stephen Hawking!. ¿Cómo?, ¿Un ataque brillante?
- No, es que le ha sonado el pito.
- ¡Joder, es verdad, no lo había pensado! Vivimos un momento en el que, pito que suena... ¡A la cazuela!
- Así es, Paquito. Me vuelvo a mi agujero negro.
- Espera, sólo unas preguntas: ¿Hay más agujeros negros en el universo o en el ajedrez actual?, ¿Te ríes mucho viendo las partidas del mundial de ajedrez?
Responde, por favor, ¡No vayas tan rápido!
- Hasta otro día, Paquito. ¡¡¡Sigue luchando!!!.
- Claro, para ti es muy fácil decirlo. Bro, ale, hasta la próxima conversación telepática.
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